PLANTILLA ENTRADA

Identifica nuevas oportunidades, reduce costes y te ayuda a abrirte a nuevos mercados, en un tiempo en el que el planeta se enfrenta a grandes desafíos

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La gestión de la huella de carbono se ha convertido en una tendencia en los últimos años entre la gran mayoría de las empresas a nivel global. Es el gran reflejo de una sociedad mucho más preocupada con el medio ambiente y el futuro de nuestro planeta, que exige compromiso y responsabilidad corporativa. La sostenibilidad es la premisa principal de este nuevo paradigma que nos hace darnos cuenta de lo importante que es reducir los gases de efecto invernadero emitidos a la atmósfera.

Es importante conocer los beneficios de gestionar la huella de carbono, pero lo es aún más, saber identificarla y darle así una definición a un problema de este calibre para el planeta. Podemos entender como huella de carbono la totalidad de los gases de efecto invernadero (GEI) emitidos de forma directa o indirecta a la atmósfera por un individuo, organización, evento o producto.

Desde a los gases producidos por los motores de combustión interna de los vehículos hasta los que emiten grandes multinacionales en sus cadenas de producción, sin distinción, toda esa cantidad de gases de efecto invernadero producen un daño profundo a la atmósfera, al medio ambiente y a nuestro modo de vivir. Por ello, desde hace varios años, las grandes empresas han tomado conciencia sobre los beneficios que puede traer gestionar la huella de carbono, ya no solo para el medio ambiente, sino para el futuro de su empresa.

Principalmente, permite a las empresas a reenfocar el beneficio financiero, desde la identificación de oportunidades a la reducción de costes. Conocer las fuentes que emiten gases de efecto invernadero constituye una oportunidad para el ahorro de energía, además de la aplicación de técnicas y procedimientos mucho más eficiente. A mayor eficiencia, mayor ahorro de costes. Se trata, por tanto, de una herramienta estratégica en la toma de decisiones sobre los procesos y actividades llevadas a cabo en una empresa o institución.

Por otro lado, otorga a las empresas una ventaja competitiva: la gestión de la huella de carbono puede mejorar la imagen de la empresa u organización al demostrar su compromiso con el medio ambiente y la sostenibilidad. Además, puede llegar a ser un factor diferenciador frente a la competencia. Una gran parte del sector empresarial no está concienciado con el daño que ejercen los GEI sobre el medio ambiente, en disonancia con una sociedad que premia, cada vez con más frecuencia, a empresas comprometidas con la sostenibilidad.

La gestión de la huella de carbono puede ayudar a identificar posibles riesgos y oportunidades relacionados con el cambio climático. Por ejemplo, el aumento de la frecuencia de fenómenos meteorológicos extremos puede afectar la cadena de suministro y la producción, y la gestión de la huella de carbono permite anticipar estos riesgos y tomar medidas para minimizarlos.

La la lucha contra el cambio climático es la principal razón de ser de la gestión de la huella de carbón, pues permite reducir la emisión de gases de efecto invernadero y mitiga sus efectos. En relación a este punto, la gestión de la huella de carbono también está estrechamente relacionada con el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Esta serie de objetivos, establecidos por la ONU en 2015 suponen una llamada a la acción global sobre los desafíos más apremiantes a los que se enfrenta el ser humano en los próximos años. Entre ellos, la lucha contra el calentamiento global.

Abrir nuevos mercados y clientes es otro de los beneficios de la gestión de la huella de carbono. Muchos ecommerce están comprometidos con la huella de carbono que deja los envíos de sus tiendas online, y el hecho de que puedan llegar a ser envíos neutros en carbono atraen a un público consciente y comprometido con el planeta.

Por último, no hay que dejar pasar el nuevo marco legal de la Unión Europea. La gestión eficiente de la huella de carbono supone una anticipación a las obligaciones legales que están por llegar. Ahora, se pueden cumplir de manera voluntaria, pero el objetivo es que Europa sea neutra en carbono para el año 2050. Para lograrlo, obligará a que todas sus empresas también lo sean. Adecuarse a este marco legal evitará posibles multas a muchas empresas. Estas medidas actualmente son de cumplimiento voluntario, y por esa misma razón, las grandes instituciones otorgan ayudas y subvenciones a aquellas empresas que comiencen a implementar estas medidas.